Por Alexia Guzman y Pili Mejia
E commerce
En el mundo veloz del comercio electrónico, el éxito a menudo esquiva a la mayoría, con un impresionante 90% de las empresas de e-commerce fracasando en sus esfuerzos. Sin embargo, existe un grupo selecto del 10% que prospera, y la clave de su éxito radica en una palabra aparentemente poco emocionante pero fundamental: estrategia.
Es innegable que la estrategia puede no ser el término más atractivo en el vocabulario empresarial, y es el pilar sobre el cual se erige el éxito en el comercio electrónico. Para embarcarse en un viaje hacia el éxito, la primera decisión crucial es determinar qué mercado se desea atender. Para un empresario puede resultar tentador intentar conquistar todos los rincones del mundo digital, sin embargo, una estrategia exitosa a menudo implica enfocarse en un nicho y servirlo de manera excepcional.
La creación de un valor adicional para los clientes es otra pieza fundamental del rompecabezas. ¿Debería tu empresa aspirar a ser un jugador de bajo costo o destacarse por su diferenciación? Ambas estrategias tienen méritos, pero entender las necesidades y preferencias de tus clientes es esencial para construir ese valor añadido. Tan esencial como la estrategia es la elaboración de una estrategia de datos efectiva.
La ciencia ha demostrado que el comportamiento del cliente puede cambiar rápidamente, y tener datos precisos es como tener una brújula en un mar agitado. Además, mantener un ojo constante en la competencia y estar dispuesto a adaptarse y ajustar la estrategia es clave para el éxito a largo plazo. No obstante, el éxito en el comercio electrónico no se limita a números y tendencias; se trata de conectarse con los clientes a nivel personal. Comprender su recorrido y abordar sus problemas va más allá de la demografía. Implica una comunicación directa y la creación de una experiencia de compra en línea fluida y satisfactoria.
El comercio electrónico exitoso no es un esfuerzo individual; es una parte integral de una cadena de distribución más amplia. En los Estados Unidos, esta cadena involucra a varios actores, cada uno con un rol distinto. Desde los clientes y minoristas hasta mayoristas, distribuidores y franquicias, todos contribuyen a la intrincada red del comercio. Entre estos actores, los franquiciados y las cooperativas desempeñan un papel muy importante. Nombres como UNFI, Krasdale y Cys se destacan, especialmente por su alcance y su influencia expansiva; son las potencias que conectan a los fabricantes con los minoristas, asegurando que los productos lleguen a los estantes.
La distribución no se detiene en los gigantes del mercado. Distribuidores como LADI, New York Produce y Genere se enfocan en mercados específicos, como productos étnicos en el diverso panorama de Estados Unidos. Actúan como intermediarios entre los fabricantes y los pequeños minoristas, garantizando que productos únicos y especializados lleguen a los consumidores adecuados. La cadena de distribución incluye tiendas independientes, colmados, pulperías y negocios locales. Para los consumidores, estas pequeñas empresas a menudo sirven como el corazón de las comunidades, ofreciendo productos y servicios esenciales y creando un sentido de pertenencia en las localidades que atienden.
El éxito en el comercio electrónico es un desafío que enfrentan muchas empresas, pero aquellos que prosperan lo hacen gracias a una estrategia sólida y una comprensión profunda de sus clientes. La adaptación y la atención personalizada son las claves para triunfar en el mundo del comercio electrónico.
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